10 dic 2008

El marco teórico

Todo problema se formula desde un conjunto más amplio de creencias, conceptos y supuestos al que se suele denominar el “marco teórico”, “marco conceptual” o “contexto” de la investigación. La imprecisa noción de “marco conceptual” es caracterizada por Hollis como el conjunto de suposiciones y de reglas de procedimiento que sirven para dar sentido a la realidad (o a la experiencia). Constituyen de esta manera una particular visión de la realidad. Como resulta sumamente dificultoso aclarar la noción pues todo intento de esa naturaleza se realiza a su vez desde un marco conceptual determinado, Hollis apela a la siguiente metáfora: ”…En un sentido amplio, vemos que al formular una teoría sobre algo se llega a un conjunto de suposiciones, que abarcan un ámbito más o menos extenso… Si estos marcos de referencia cada vez más amplios estuviesen colocados unos dentro de otros como si se tratase de cajas chinas, el “marco de pensamiento” sería sencillamente la caja de mayor tamaño. Por desgracia, las cosas no resultan tan fáciles…” (1986: 27). Una de las dificultades añadidas a la empresa filosófica es que su objeto de reflexión son los propios marcos conceptuales desde los que pensamos la realidad (Blackburn 2001). Por ello esta noción esta íntimamente relacionada con la caracterización que hagamos de la filosofía como empresa cognitiva. La filosofía se encarga de reflexionar sobre los presupuestos últimos sobre los que descansan nuestras creencias, tratando de permitir su articulación en una unidad consistente que de sentido a la realidad (incluyendo la propia visión de ella). Es por eso que el autor asocia las preguntas abiertas con la labor de la filosofía, pues en ellas se excede el marco de los hechos y de la terminología empleada para conocerlos, para indagar sobre la forma en la que pensamos o conocemos la realidad. “…El hecho de que no podamos dejar a un lado nuestro propio marco conceptual constituye el factor decisivo del pensamiento filosófico” (Hollis 1986: 26).
A pesar de estas dificultades, el investigador que pretende desarrollar su labor en el ámbito de la filosofía debe poner de manifiesto parte del contexto más amplio desde el que formula y da sentido a los problemas de investigación que pretende enfrentar. Para ello debe definir con la mayor precisión posible los conceptos clave que empleará, y dar una visión del contexto en el que se han empleado. El contexto de la investigación alude a los antecedentes que permiten dar sentido al problema, a la larga historia de trabajos previos con los que se ha familiarizado –y también aquellos con los que deberá familiarizarse durante la investigación- para mostrar la relevancia de la pregunta escogida y para poder diseñar la manera en la que piensa fundamentar su respuesta. Dicho brevemente: toda investigación –incluyendo las filosóficas- deben ser colocadas en un contexto, de manera breve y selectiva en una de las partes fundamentales del proyecto de investigación. Dos peligros acechan al investigador a enfrentarse al contexto en el que formula su propuesta: (a) su total ausencia, fruto de la hiperespecialización, o bien (b) su excesivo protagonismo, originado en un enciclopedismo fatuo. En ambos casos los reportes escritos posteriores reflejaran esas faltas del investigador. El equilibrio al que debe aspirar el investigador al redactar el reporte de sus resultados es dedicar un setenta u ochenta por ciento al problema específico que ha decidido tratar, y no más de un veinte o un treinta por ciento al contexto de su investigación (cf. Blaxter, Hughes y Tight 2000: 64). En el proyecto de investigación solo se debe hacer mención al contexto en el que se desarrollará la investigación –pues todavía no hay resultados que aportar sobre los problemas escogidos-, pero en ese caso deben limitarse a aclarar el alcance con el que se emplearán los conceptos centrales con los que se formulan los problemas e hipótesis de la investigación, y a señalar algunos de los trabajos más importantes cuya lectura previa haya influido en la elaboración de la propuesta.

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